La gestión de empresas depende del carisma y las habilidades de sus líderes. Contar con un liderazgo carismático es un factor determinante a la hora de dirigir una empresa y, desde luego, existen talentos innatos pero también muchas habilidades y competencias que pueden aprenderse para ello.

Pero ¿cuáles son los atributos diferenciales que hacen de un jefe un líder con carisma? Queremos centrar este artículo, precisamente, en esos rasgos diferenciales. Y no vamos a conformarnos con enumerarlos, sino que vamos a profundizar en sus características.

Las claves de un líder carismático para dirigir una empresa

Tener carisma no es una cuestión menor en el ámbito empresarial, todo lo contrario. Está científicamente demostrado que las personas que lo tienen ganan más dinero y desarrollan una carrera profesional más exitosa. Así que, en buena lógica, este artículo nos interesa a todos.

Confianza

Nadie proyecta seguridad, entusiasmo, compromiso ni credibilidad si no los siente hacia sí mismo. Relacionarse correctamente con uno mismo es, por lo tanto, imprescindible. Si no estás convencido de que vas a tener éxito, difícilmente lo tendrás y, mucho más difícilmente aún, podrás transmitir e inocular esa seguridad y confianza que el equipo necesita.

Recuerda que, si no sientes confianza, esta puede proceder de los actos que realizas. Si actúas correctamente, te sentirás más confiado. Algo que también ocurre con la motivación.

Preparación

Un líder con carisma es siempre una persona preparada y competente. Debe ser extremadamente bueno y capaz en algo. De hecho, constituye para sus seguidores un ejemplo inspirador al que emular. Y esta preparación, próxima y remota, nunca se improvisa. Es el fruto de una labor constante de estudio, experimentación y asimilación de conocimientos.

Comunicación

Un líder de este tipo, te lo dirán en cualquier consultoría de empresas a la que acudas, nunca es alguien lejano, inaccesible o distante. Al contrario, la cercanía es uno de sus rasgos fundamentales. Debe transmitir confianza, ya lo hemos dicho, pero también crear vínculos sólidos y duraderos con su gente. Conectar con las personas que te rodean es importantísimo para llegar hacia las metas comunes.

Por ello, para liderar con solvencia debes ser asertivo, es decir, capaz de expresar tu opinión de modo firme, preciso y atractivo. Dominar los medios de comunicación, especialmente la palabra, es otro de los requisitos de los líderes actuales. No basta con usar las ideas de los demás, sino que deben generar sus propias ideas —a partir de ellas— y ponerlas en común con eficacia.

Actualmente, todos lo sabemos, las emociones condicionan nuestras actitudes, decisiones, conductas y motivaciones. Por ello, el liderazgo actual exige comunicar desde el corazón y hacia los corazones. Emocionar, seducir y enamorar a los públicos.

Carácter positivo

La gestión de equipos exige avanzar, planificar y mirar hacia el futuro. De nada sirve regodearse en el fracaso, los errores o los fallos. Es cierto que, cuando se producen, es importante analizarlos, estudiarlos y valorarlos con el fin de evitar su repetición en el futuro. Pero la mirada del líder con carisma se dirige siempre hacia los éxitos.

Como dice un proverbio chino: ‘Si apuntas al árbol le darás al suelo; si apuntas al cielo, le darás al árbol’. Los líderes miran siempre al horizonte, plantean retos, estimulan y extraen conclusiones positivas de cuanto les sucede. La vida es lucha, por lo que celebran la lucha. Aprenden de sus errores, desde luego, pero se centran en las soluciones más que en los problemas. Y, de este modo, contagian su actitud a cuantos los siguen.

Integridad y honestidad

A largo plazo, solo quien posee estos valores sigue contando con la adhesión de seguidores. Estos dos atributos son los cimientos del verdadero liderazgo, ya que debemos predicar con el ejemplo, ganar y mantener el respeto y la fidelidad de los nuestros y encarnar un modelo de valores merecedor de sacrificios y esfuerzos.

Buen manejo del cambio

El líder siempre quiere mejorar. No se conforma con lo bueno, busca lo excelente. Por eso se desenvuelve correctamente en las renovaciones, lidera el cambio en pro de nuevos planteamientos estratégicos y no tiene problemas en fomentar las condiciones apropiadas para conseguirlo.

Trabajo en equipo

La colaboración es inherente a los grupos humanos. En buena lógica, los directores de equipo deben fomentar una cultura de interrelación estimulante, productiva y adecuada. Su labor ha de impulsar los resultados, establecer objetivos flexibles y asumir la responsabilidad derivada de los resultados obtenidos, sean estos cuales sean.

Gestión de la incertidumbre

En un entorno como el nuestro, es imprescindible tomar decisiones acertadas, y con rapidez, en multitud de ocasiones. Lo incierto es inherente a la gestión de empresas. Por mucha información que el big data pone a nuestra disposición actualmente, cada toma de decisiones supone un pequeño —o gran— salto al vacío. Y el líder carismático ha de enfrentarse a ello con capacidad, intuición y buen juicio.

Para la gestión de empresas, contar con líderes eficientes es imprescindible. Se distinguen, como ves, por sus fortalezas, no por la ausencia de debilidades. Tú puedes convertirte en uno de ellos. ¿Te animas a intentarlo?